La cantante y el deportista comparten su pasión por el deporte y el Barça

CARME BARCELÓ


3-9-2016 | 08:20 H.

Mientras él pasaba horas y horas entrenando en el río, ella trabajaba en Zara para pagar sus clases de canto. Sus familias se conocían. El padre de Lorena es policía nacional, compañero de Saúl, y los dos proceden de “familias humildes, que todo lo que tienen se lo han ganado trabajando muchísimo y que se han sacrificado siempre por nosotros”. Craviotto y Lorena saben lo que es el esfuerzo, la constancia y contar con pocas ayudas para llevar a cabo sus sueños. Diez años después de ganar el programa Operación Triunfo y de muchos viviendo en Miami alejada de los suyos, la cantante inicia una nueva y prometedora etapa profesional en su país. Sául, por su parte, sigue sumando medallas viviendo lejos de su Lleida natal y aunque tiene una plaza fija en la ciudad, hoy ejerce su profesión como desplazado en Gijón. Coinciden los dos un sábado de agosto con la emoción de esas medallas conseguidas en Brasil que “ya voy asimilando. Lo increíble es ese segundo después de cruzar la meta, esa sensación entre la felicidad, el alivio y la incredulidad”. Aún tiene mensajes en el móvil que no ha podido responder y que estos días de vacaciones en Lanzarote, con su esposa y su hija,

“espero poder responder. Ha sido una locura. He duplicado los seguidores en las redes sociales. Espero que esto suponga dar mayor visibilidad a los deportes minoritarios y no caer en el olvido cuando termine el verano”.

Lorena y su familia siguieron “al minuto las pruebas de Saúl. En Lleida estamos muy orgullosos de él. Es un currante, un ejemplo para mí, un espejo. Es un hombre que se ha ganado a pulso todo lo que ha conseguido. Nos une la perseverancia, el asumir todas esas veces que te dicen que no, el saber vivir lejos de los tuyos y echarles de menos”. Asiente Craviotto y añade: “Nadie nos ha regalado nada. hay mucho sacrificio y trabajo detrás de cada éxito”. Son fuertes mentalmente y, como apunta el palista, “no tengo psicólogo deportivo. Yo he aprendido a base de experiencias. De ganar y de perder”. La artista comparte con Saúl “el no dar nada por perdido y no tirar la toalla” y mientras pelotean con el balón azulgrana, ambos coinciden en destacar a otro ilerdense como uno de sus referentes.

“Puyol es la esencia -dice con admiración Craviotto- y representa los valores del deporte al cien por cien. No tengo la fortuna de conocerlo pero la verdad es que me encantaría charlar con él”.

“Es uno de los grandes del fútbol”, asegura Lorena... 

que sí conoció a Carles cuando el equipo fue a disputar un partido a Miami. Saúl, muy culé, tiene “acribillado a Cristian Toro, mi compañero, que es madridista. Pero tiene la guerra perdida porque nuestro entrenador es del Barça”. Se despiden con un abrazo, recuerdos a sus familias y la promesa de seguir conectados para continuar paseando el nombre de Lleida allá donde vayan.

Triunfadores por el mundo.